En Alemania, se aconseja a todas las mujeres embarazadas que se sometan a revisiones médicas periódicas para evitar complicaciones. Se trata de algo que para usted, como mujer con VIH, resulta particularmente importante incluso si se siente saludable y no tiene molestias.

Valores de laboratorio

Debe realizarse análisis de sangre con regularidad: los «valores de laboratorio» determinados de esta manera proporcionan información importante sobre su salud. Debe revisarse periódicamente lo siguiente:

  • Producción de sangre, para detectar la existencia de anemia. El embarazo puede dar lugar a una anemia.
  • Carga viral (cantidad de virus en sangre). La carga viral le da información sobre que tan activo es el virus y con qué eficacia están funcionando los medicamentos contra el VIH. Una cantidad menor de 50 copias de virus por mililitro de sangre significa que la terapia contra el VIH está funcionando bien y que su bebé está protegido contra la infección.
  • Células inmunitarias (cantidad de células CD4 en sangre). Este valor de laboratorio proporciona información sobre el estado de su sistema inmunológico. La infección por VIH destruye las células inmunitarias, sin embargo, los medicamentos contra el VIH permiten que el sistema inmunológico se recupere: la cantidad de células inmunitarias aumenta nuevamente y luego se mantiene alta.
  • Valores hepáticos y valores renales, para ver si está tolerando los medicamentos.

Prueba de resistencia

Esta prueba se lleva a cabo antes de recibir por primera vez la terapia contra el VIH para determinar si el virus ya es insensible (resistente) a ciertos medicamentos. Este podría ser el caso si se ha infectado con una persona que está recibiendo terapia contra el VIH y en donde los medicamentos ya no son muy eficaces. También se realiza una prueba de resistencia si las pruebas de laboratorio muestran que la terapia contra el VIH está fallando. Los medicamentos que han dejado de ser eficaces se cambian por otros medicamentos contra el VIH.

Para la prueba de resistencia, se le extraerá sangre para que pueda examinarse en el laboratorio.

Prueba de azúcar

El embarazo, pero también la terapia contra el VIH, pueden causar diabetes que puede acabar dañando al feto. Por eso, el/la médico/a le ofrecerá realizarse una prueba de azúcar entre la 24 y 28 semana de embarazo: para ello, se le administrará jarabe de azúcar y se le extraerá sangre. En el caso de que la prueba muestre unos valores inapropiados, es posible que necesite recibir un tratamiento para proteger al bebé.

Revisión ginecológica

Se recomienda a las mujeres embarazadas VIH positivas que se sometan a revisiones ginecológicos periódicas. Durante esta revisión, el/la médico/a escuchará los latidos del corazón de su bebé y palpará su abdomen para verificar la posición y el tamaño del bebé. Para saber cómo se está desarrollando su bebé también se realizará un control del tamaño del útero. Así mismo, se examina si el cuello uterino está cerrado o ya se encuentra abierto, si se trata de un cuello uterino débil (favorece un aborto espontáneo) y si hay infecciones en la vagina. Además, el/la médico/a comprobará su estado de salud general, por ejemplo, midiendo el pulso y la presión arterial y examinando la orina.

Ultrasonido (ecografía)

Su médico/a le recomendará que durante el embarazo se realice un mínimo de tres ecografías. La revisión se realiza a través de la pared abdominal o a través de la vagina. Este tipo de revisión no supone ningún peligro para usted ni para el bebé y es totalmente indoloro. Con una ecografía, el/la médico/a puede ver cómo se está desarrollando el bebé. Además, también permite detectar la presencia de otros problemas físicos en su cuerpo. Es importante reconocer las complicaciones lo antes posible, tanto para usted como para su bebé, con el fin de que puedan recibir un tratamiento óptimo durante el embarazo y después del parto.

Colposcopia

Las infecciones con ciertos tipos de virus del papiloma humano (VPH) pueden provocar cáncer de cuello uterino, que es más común en mujeres con VIH que en aquellas que no lo tienen. En caso de diagnosticarse temprano, sus etapas preliminares pueden ser tratadas sin ningún problema. Por ello, al comienzo del embarazo el/la médico/a realiza un examen con una lupa (colposcopia) y toma un frotis del cuello uterino.