Por su salud y la salud de su bebé

Haga ejercicio

El movimiento estimula la circulación y previene las molestias típicas del embarazo como, por ejemplo, el dolor de espalda o problemas relacionados con las venas. Salir a caminar al aire libre, nadar o hacer gimnasia es bueno para su salud.

Consuma menos cafeína

El café normal, el té negro y verde, así como algunas bebidas gaseosas y energéticas, contienen cafeína. Este agente activo ingresa a la circulación sanguínea del bebé a través de la placenta, aumenta su frecuencia cardíaca y altera su sistema nervioso. Es por ello que no debe consumir más de 200 mg de cafeína al día, lo que equivale aproximadamente a dos tazas de café o entre tres y cuatro tazas de té. Sin embargo, el café o té descafeinado resultan inofensivos y pueden beberse también en grandes cantidades.

No tome drogas

El tabaco y el alcohol no solo son perjudiciales para su propia salud, sino también para la salud de su bebé. Es decir, que durante su embarazo debe evitar los cigarrillos y el alcohol.

Lo mismo ocurre con otras drogas como, por ejemplo, el crack, la cocaína, el éxtasis o las pastillas para dormir. Si consume heroína de manera regular, se recomienda realizar un tratamiento de sustitución de opioides durante el embarazo. Si ya está tomando medicación de sustitución, no reduzca la dosis por su cuenta, ya que podría dar lugar a un parto prematuro y aumentar el riesgo de transmitir el VIH a su bebé.

Si consume drogas: hable con su médico/a y acuda a un centro de consejería para drogadictos. Los/as médicos/as y consultores/as están obligados/as a mantener la confidencialidad.

Prevenir, diagnosticar y tratar enfermedades de transmisión sexual

Las enfermedades de transmisión sexual, como la sífilis, la gonorrea, la hepatitis B, el herpes o la clamidia, no solo ponen en peligro su propia salud, sino también la salud de su bebé: algunos de los patógenos pueden transmitirse al niño durante el embarazo o al nacer y causarle enfermedades graves. Estas infecciones también pueden causar un parto prematuro, lo que aumenta el riesgo de transmitir el VIH al bebé. Por tanto, es importante que las enfermedades de transmisión sexual se identifiquen y se traten lo antes posible, así como protegerse de ellas: el uso de condones y preservativos femeninos reduce el riesgo de contraer este tipo de infecciones.